Declaración del Grupo de Trabajo sobre Palestina en el Grupo de Investigación Constitucionalismo Comparado, respecto del genocidio en Palestina

Foto de Ahmed Abu Hameeda en Unsplash
Foto de Ahmed Abu Hameeda en Unsplash

Coherente con los principios que dieron lugar a la conformación del grupo de investigación Constitucionalismo Comparado de la Universidad Nacional de Colombia, hace ya casi dos décadas, desde el humilde nicho del conocimiento, asumiendo el compromiso con un sentido de la justicia y del derecho que rebasa la simple lógica de los códigos y las leyes, teniendo en cuenta:

  1. Que la construcción del Estado de Israel en Palestina tiene el indeleble sello del colonialismo europeo y nacionalismo sionista. Como lo expresó uno de sus preparadores intelectuales (T. Herzl en 1896), “para Europa formaríamos allí un baluarte contra el Asia; estaríamos al servicio de los puestos de avanzada de la civilización contra la barbarie (sic) […M]antendríamos relación con toda Europa, que tendría que garantizar nuestra existencia” (1).
  2. Que ese proyecto inició su materialización durante el régimen colonial del Mandato Británico, tal y como quedó expresado fielmente en la declaración de Balfour en 1917. 
  3. Que, con la creación del Estado de Israel, a partir de Resolución 181 II de 1947, que decidió dividir el territorio en dos estados, se instauró un régimen de terror, violando sistemáticamente todos los derechos del pueblo Palestino. Para 1967, con la Guerra de los seis días, el Estado Israel extendió su dominación al otro lado de la denominada línea verde, hacia los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza, la península del Sinaí, los altos del Golán, los cuales aún se encuentran ocupados, y en los que desarrolla una política continua de asentamientos judíos en esas zonas. Desde ese momento se torna aún más dura la dominación, y dentro del esquema de ataque que despliega el estado israelí se inició la construcción del oprobioso muro divisorio en tierras palestinas, a partir de 2002.
  4. Que este régimen ha recibido las condenas de las Naciones Unidas desde su admisión en 1949 dentro de esa organización por la ocupación y anexión permanente de territorios palestinos y el propósito de declarar a Jerusalén como capital del Estado judío (2), pero con el apoyo de sus grandes socios internacionales se mantiene incólume hasta el presente.  
  5. Que la Resolución 3.379 de 1975 de las Naciones Unidas, que fuera revocada en 1991 por los cambios sucedidos en el panorama político, denunció la ocupación como un acto de racismo y la comparó con el apartheid sudafricano en particular, en que se “declara que el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial”, reconociendo violaciones severas de los derechos humanos.
  6. Que si bien la Resolución 67/19 de 2012 finalmente acordó la admisión de Palestina como observador no miembro de las Naciones Unidas, el apartheid continúa, las normas de segregación etnorreligioso se mantienen, así como la presión sobre los territorios palestinos y en ninguna medida es exagerado tildar ese régimen con esa naturaleza, caracterizado además como la mayor prisión de la Tierra, en palabras del profesor Ilan Pappé.  
  7. Que los propios soldados israelíes han dado testimonio de la barbarie que comete su Estado. Asesinatos a quienes estén en las calles por el solo hecho de existir (juego de tiro al blanco), granadas de aturdimiento en las madrugadas, entrada a saco a las casas, detención masiva de personas sin ninguna causa, palizas, intimidación, campos de prisioneros, demolición de casas, burlas y maltrato en las casas palestinas (como orinar en ellas), limitación de servicios públicos como el agua, envío de civiles a desactivar explosivos, toques de queda y la utilización de la denominada guerra inversa dirigiendo la confrontación a las casas de los civiles palestinos. Como en la Colombia de las ejecuciones “extrajudiciales” (extraconflicto), las evaluaciones, premios e incentivos dependen del número de muertos.  
  8. Que, así mismo, durante toda la historia de ocupación, la degradación del pueblo palestino se ha hecho común en expresiones de rabinos, parlamentarios jefes militares o funcionarios del gobierno israelí como “matar no es un crimen si las víctimas son no judías, incluso si se trata de niños”, “son como cocodrilos”, “estamos luchando contra animales humanos”, “todos los palestinos son potenciales objetivos de nuestra venganza”, “ni la ética ni la tradición judía descalifica el terrorismo como medio de combate”, “Nada sería más justo que siguieran sus pasos, deberían desaparecer junto a sus hogares donde han criado serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes”, instalando un lenguaje genocida como posición oficial del estado de Israel.  
  9. Que hoy en día las imágenes que se filtran desde Gaza de esa masacre diaria no pueden ser más trágicas y conmovedoras: la muerte sistemática de niños y niñas, el ataque a mujeres embarazadas, la agresión indiscriminada a civiles, el asesinato a quienes van a recibir alguna ayuda, el desplazamiento forzado de la población palestina, el bloqueo de toda ayuda humanitaria para los civiles, la destrucción indiscriminada de viviendas, hospitales, puestos de salud, escuelas, el corte de los suministros de agua y alimentos.  
  10. Que la Corte Internacional de Justicia, en su dictamen de 2024, subrayó la ilegalidad iusinternacional del régimen de ocupación en su totalidad y exigió la retirada pronta a la situación pre-1967, incluyendo la evacuación de los colonos israelíes de Cisjordania, lo que recibió también el soporte de la Asamblea General de la Naciones Unidas que estableció un plazo máximo para “que Israel ponga fin sin demora a su presencia ilegal […] a más tardar 12 meses después de la aprobación de la presente resolución”, con los votos de 124 Estados en pro (3)
  11. Que la demanda interpuesta por el Estado de Sudáfrica contra el Estado de Israel y la respectiva orden de medidas cautelares del Tribunal Internacional de Justicia de 2024 (4), han llevado a una clara opinión mayoritaria del mundo que reconoce la existencia de un genocidio que lleva buen tiempo perpetrándose.
  12. Que a pesar de todo lo anterior, los Estados Unidos de América, ciertos países de la Unión Europea (Alemania, Francia, Italia, principalmente) y el Reino Unido mantienen un apoyo irrestricto e incondicional a la masacre y al genocidio del pueblo palestino y no es de extrañar que el canciller alemán, Friedrich Merz, el 18 de junio de 2025 afirme sin ambages que “Israel está haciendo ‘el trabajo sucio’” para Occidente en Irán (5) (léase igualmente en Palestina), lo cual devela claramente el enfoque de derechos que tienen esos países y su visión de amos del mundo y de la civilización a la manera de Herzl.
  13. Que el Estado de Israel, además de ser un violador sistemático de derechos humanos en esos territorios, ha apoyado el paramilitarismo en Colombia y su aporte a las relaciones con el país ha consistido en atizar el conflicto armado interno.
  14. Que el Estado de Israel y sus ayudantes internacionales han adoptado una táctica macartista para evitar las denuncias del horror que comete ese Estado y a través de los medios de comunicación pretende afirmar que lo que hacen sus fuerzas militares es “una acción militar legítima en respuesta a esta masacre y para prevenir futuros actos de terror”. Asimismo, censura, ataca y amedrenta a quienes realizan críticas a ese régimen, sean judíos no sionistas u otros, como le ha ocurrido a Ilan Pappé, Roger Waters, Danny Shaw, Francesa Albanese, Jeremy Corbyn, Rima Hassan, Bob Dylan, Nancy Fraser, entre muchos otros.

Por todo lo anterior, 

CONDENAMOS, con una voz alta, recia y firme, como un deber con esos principios que resultan incontrovertibles y nos impiden callar, el genocidio que ha estado cometiendo el régimen Israel, con el apoyo irrestricto de los Estados Unidos de Norteamérica, de la mayoría de países de la Unión Europea –en particular, Alemania– y el Reino Unido.  

CONDENAMOS la censura y el marcartismo que despliega el Estado de Israel y sus socios con la que pretenden silenciar el horror diario que se está cometiendo.

CLAMAMOS por una unidad mundial de apoyo al pueblo palestino, pues se ha convertido en un símbolo tanto de la lamentable hostilidad contemporánea a los derechos humanos como de la resistencia del Sur global frente al imperialismo violento. Por lo tanto, nos declaramos solidarios con ese martirizado pueblo.

APOYAMOS, decididamente, las actividades de solidaridad que realiza la coalición de países del Sur global en el Grupo de La Haya con el fin de poner fin el genocidio.

Suscribimos esta declaración con dolor y lágrimas y con la esperanza de que el clamor mundial haga cambiar el curso de estos trágicos acontecimientos. 

La declaración expresa la opinión de los firmantes y no de la Universidad o de sus subunidades.

Dado en Bogotá, a los 10 días de agosto de 2025

 

Juan Fernando Romero Tobón 

David Ernesto Llinás Alfaro

Andrés David Hernández Araujo

Javier Francisco Arenas Ferro

Marisol Cristina Bock

 

Notas

(1) Theodor Herzl, Der Judenstaat, Leipzig & Viena, Breitenstein, 1896, pág. 29.

(2) Resoluciones 242 de 1967, 337 de 1973, 338 de 1973, 446 de 1979, 478 de 1980, 497 de 1981, 672 de 1990, 1322 de 2000, 1515 de 2003, 2334 de 2016 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.  La decisión sobre el retorno está en la Resolución 3236 de 1974 de la Asamblea General de la Naciones Unidas. Así mismo, debe tenerse en cuenta, frente a la decisión de cambiar el estatus de Jerusalén a capital de Israel, la Resolución de emergencia ES-10/L 22 de 2017 de las Asamblea General de las Naciones Unidas que la declara nula.

(3) ICJ, Advisory Opinion, Legal Consequences arising from the Policies and Practices of Israel in the Occupied Palestinian Territory, Including East Jerusalem, de 19.7.2024Resolución de la Asamblea General de la ONU A/ES-10/L.31/Rev.1, Medidas ilegales israelíes en la Jerusalén oriental ocupada y el resto del Territorio palestino ocupado de 2024, ed. por ONU.

(4) ICJ, Application of the Convention on the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide in the Gaza Strip (South Africa v. Israel), Request for the Indication of Provisional Measures, Order, caso 192, de 24.1.2024.

(5) Richard Connor et al., “Germany’s Merz says Israel doing ‘dirty work for us’ in Iran”, en Deutsche Welle, de 17.6.2025.